Las canciones fueron mías,
y las horas fueron mías.
Tardes anaranjadas,
brisas florales.
Aires de cambio.
Nacientes alas me llevan.
Otras estrofas brotarán,
flamantes relojes
marcarán mis tiempos.
Más los silencios son inútiles
Si el corazón grita.
Graciela
No hay comentarios:
Publicar un comentario