" Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca.Si no tienes nada bueno, verdadero y útil, es mejor quedarse callado y no decir nada.



No te des mucha importancia, sé humilde pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.



Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila.



No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre y nos da de lo que necesitamos.



Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.



Evita el hecho de juzgar y de criticar. Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de lo que todavía no has resuelto de ti mismo.



Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión.



Practica el arte de no hablar. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente.



Ten cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno, y todo tu ser se envenenará rápidamente.



Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser... "



Texto taoísta traducido por Oscar Salazar